lunes, 30 de enero de 2017

Vivir felizmente, ¡es gratis!.

Ser feliz sólo depende de una persona, y eres tú mismo, y vivir la felicidad, solo depende de tí mismo, porque la felicidad es GRATIS, y eso es genial, ¿quieres saber por qué?.

No faltará quien diga que no "estoy descubriendo el agua tibia" pero lo digo por un pésimo hábito de algunas personas de MANIPULAR a otros, algunos quizás sin intención, y otros con toda la mala intención.

Ciertamente, hay quienes manipulan a otras personas para "atarlas" a su lado; y, se valen del argumento de la enfermedad que genere lástima en el otro y le impida seguir con su propia vida, o se valen del argumento económico, que hace ver a la otra persona, que sin su solvencia económica no podrá vivir.

Supeditar nuestra felicidad a cualquier atadura que otro imponga, es como perder el gozo de la gratuidad de la felicidad, entendiendo que cualquier atadura, llámese económica o emocional, es como un precio a pagar para ser feliz, y eso es incorrecto, porque la felicidad es una decisión personal, que no debe depender de nadie más que de tí mismo, y, si no es así, sino que requieres de otro para ser feliz, estás pagando un precio muy elevado en tu vida.

También hay quienes dicen no ser felices si pierden "el amor de su vida" lo cual es una auto-atadura porque la otra persona no dejará de seguir su camino por tu incapacidad de asimilar tu realidad interna, y, lo más lamentable es la notable cantidad de canciones que exaltan tan inmadura posición personal. También suele verse infelicidad en algunas personas cuando "pierden un amigo" lo cual es un contrasentido porque un amigo verdadero no se pierde, y si no es así, no estamos hablando de amistades sinceras, porque un obsequio de felicidad a nuestras vidas son las amistades, las cuales nos hacen disfrutar bellos y felices momentos de vida.

En esta publicación, remarco la gratuidad de la felicidad en el hecho de que cualquier ATADURA que "tú mismo permitas" va en contra de tu disfrute de la felicidad.

Atadura son personas manipuladoras, que con intención tóxica se infiltran en tu vida y de alguna manera te imponen frenos, obstáculos, que te impiden avanzar, pero, que cuando valientemente tomas la decisión de derrotarlos, puedes seguir adelante.

Atadura son también esas cosas materiales que por no tenerlas, atraen a tu vida una ansiedad y tristeza, que te distraen o alejan de aquellas cosas o personas, que verdaderamente si te podrían dar felicidad. Esto ocurre cuando te aferras a poseer un automóvil o algún bien inmobiliario que está lejos de tu capacidad financiera.

Aunque suene gracioso, he escuchado a chicas muy bellas, que se sienten infelices porque no tienen la capacidad económica para operarse sus glúteos o sus senos y hacerlos más voluminosos, y ajustarlos al perfil del paradigma de belleza femenina de la sociedad moderna que se vende a través de las modelos publicitarias de la Tv, de manera que sus glúteos o sus senos son sus ataduras, o el precio que deben pagar para sentirse felices, ¿no es un contrasentido?, porque pudiendo ser amadas tal cual son, están dispuestas a cualquier cosa para operarse los senos o los glúteos. A esto llamo yo una ATADURA o un precio para ser feliz, y, la felicidad no depende de esa atadura o de ese precio llamado glúteo voluminoso, ¿ahora entiendes lo que quiero significar con ataduras o precios que liquidan la gratuidad de tu felicidad?.

Recordar que la felicidad es gratis, significa sencillamente reconocer que para ser feliz no debes pagar ningún precio a ninguna persona o posesión material que te permita ver la belleza de cada día... como también significa, ACEPTARTE TAL CUAL ERES, de manera que no te hacen falta glúteos voluptuosos de modelo de TV o músculos prominentes de físicoculturistas para ser feliz, y que en realidad estaríamos hablando de fetiches creados por la propaganda consumista de las sociedades capitalistas que han generado paradigmas sociales cargados de vanidad y superficialidad.

Si tu felicidad depende de poseer un automóvil lujoso, estás atado a ese bien material, y estás PAGANDO un precio emocional que limita tu felicidad, a la cual crees que solo puedes llegar si posees ese automóvil, y, eso no tiene sentido, porque ¿qué ocurriría si luego de tener ese automóvil lo pierdes por accidente de tránsito o por asalto de un delincuentes?, o peor aún, si nunca llegas a tener ese automóvil.

La felicidad es gratis, porque disfrutar de la belleza de la naturaleza es gratis, porque disfrutar del beso de tu pareja es gratis, porque disfrutar momentos maravillosos con tu mascota es gratis, porque disfrutar la compañía de tus amigos es gratis, ¡SER FELIZ ES GRATIS!, al lado de tu ser amado, con tu mascota, en la naturaleza, bailando, amando, ... la felicidad es gratis sencillamente porque las cosas que tienen verdadero valor son gratuitas, y ni generan ataduras ni exigen que tengas que pagar precio alguno.

Pero, poseer un automóvil o una vivienda tienen un precio, ¿y entonces?. Sucede que no pagar precio por las cosas, debe entenderse no "que te caerán del cielo" sino que no debes sacrificar tu dignidad o tu salud por poseer cosas prohibitivas a tu solvencia económica, que impulsan a algunas mujeres a prostituírse o algunos hombres a mezclarse con negocios ilicítos solo para ser dueño de cosas materiales pero que le consumen emocionalmente y que en más de una ocasión he escuchado a muchos quejarse porque en esa carrera por poseer cosas materiales han sacrificado compartir afectos con seres amados lo cual "descubren" cuando ya es demasiado tarde.

¿Has oído aquello de "venimos al mundo sin nada y nos vamos sin nada"?. De manera que atarte a cosas materiales es VANIDAD porque no te lo podrás llevar, no obstante, disfrutar de tus seres amados y de los momentos de la vida, ¡eso es lo más valioso y más importante! porque eso es realmente vivir, es decir, ¡vivir felizmente!.

Me gusta la felicidad, por eso escribo este blog, y si algo he aprendido es que "Vivir felizmente, ¡es gratis!" lo cual significa deslastrarme de fetiches que pretandan generarme ataduras y, por tanto, amo los momentos de felicidad con mis amigos, familiares, con mis mascotas, o con mis hobbies y pasatiempos predilectos que me dan relax y satisfacción. Predico felicidad, porque es un evangelio emocional que me da mucho gozo, y porque quiero que muchas personas valoren ese activo emocional tan valioso que es la felicidad... particularmente predico que la felicidad es libre de fetiches, llámense fetiches de belleza, o de posesiones materiales.







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