lunes, 29 de septiembre de 2014

Felicidad recíproca


Hay personas que disfrutan de la vida de manera muy particular, porque la viven bajo una admirable "felicidad recíproca" ¿cómo así?.

Un sentimiento recíproco es un compartir mútuo, y, he conocido personas altruístas que su felicidad es hacer felices a otros, como también me causa aún mayor admiración las personas que pese a sus adversidades hayan regocijo en la felicidad de otros la cual festejan como suya.

Las personas a las que me refiero son las que conocen y se hacen practicantes del concepto cristiano de la primacía de dar por sobre el recibir. Son personas que dan amor, dan apoyo, dan conocimientos, dan .... tantas cosas, ... y reciben gratitud de esas personas que son bañadas por su generosidad de vivir una felicidad compartida la cual haya regocijo en las sonrisas de los demás antes que la suya: sus almas altruístas sonríen ante la felicidad de otros. Hay madres cuya felicidad es la felicidad de sus hijos, incluso hermanos que se sacrifican para el bienestar de sus otros hermanos y eso es lo que les da felicidad. En un mundo tan invadido por mensajes de violencia, sensualidad y egoísmo, veo importante y hasta necesario meditar por breves momentos lo que representa la Felicidad recíproca para alcanzar el bien común.

Por otra parte, esa categoría de personas desarrollan un amor muy particular hacia los animales, e incluso por la naturaleza a la cual llegan a amar tanto que se hacen voceros y activistas del ecologismo. Opera en ese caso la felicidad compartida del regocijo de legar a las futuras generaciones un planeta verde y digno para vivir, expresándose ese amor ecologicista en desarrollar y predicar hábitos para preservar la naturaleza como también en hacer recíproco ese sentir mediante la publicación de imágenes que invitan a la reflexión ecológica. Amar la naturaleza es también una felicidad compartida con el mundo.

La intención de esta publicación también apunta en otra dirección, la cual está sugerida en la imagen introductoria. Me refiero a que nunca debemos olvidar que somos muy importantes y valiosos para otras personas, incluso para nuestras mascotas que se alegran con nuestra presencia y nuestra energía, de manera que nadie está exento de enfrentar situaciones difíciles que los lleva a la depresión y en algunos casos los hiere en su autoestima, pero, el mensaje es: eres muy valioso, y, más importante aún ¡tú cuentas para Dios!.
Ser felices es reconocer que somos valiosos y que las demás personas también son muy valiosas, y, esa visión de la realidad te integra a tu entorno como una persona altruísta, optimista, valorada por todos .... ¡feliz!, de manera que se trata de un compartir felicidad (reciprocidad) porque nuestro ser interior rebosa de felicidad, es como agradecer a Dios y a la vida tanta felicidad haciendo recíproco ese sentimiento tan hermoso. Felicidad recíproca es unirse a las personas que queremos un MUNDO FELIZ, del cual hablé en una publicación anterior y, que es uno de los motivantes a escribir este blog.




Hay una felicidad recíproca en la expresión de amor hacia las demás personas, hacia los animales, hacia la naturaleza, hacia los valores, muy por encima de nosotros mismos porque primeramente hemos aprendido a autovalorarnos y ese amor puede incluso manifestarse en abnegación y sacrificios personales.




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